Con respecto a la sanidad, hay que centrarse en la carencia de medios humanos y la falta de conocimientos higiénico-sanitarios por parte del pueblo.
La carencia de medios humanos va a ser siempre un problema, pues es casi nulo el número de personas que logran una formación universitaria en este ámbito. Por ello podemos buscar una alternativa, es decir, que a parte de los médicos y enfermeras que puedan haber, en las escuelas se enseñe a las madres unos conocimientos mínimos de primeros auxilios: vendajes, curas, inmovilización, atención al parto... Así podrán hacerse cargo de los daños más básicos que sin un buen tratamiento pueden dar lugar a problemas más graves (infecciones, gangrena, necrosis…) e incluso la muerte prematura.
Un punto muy importante en la sanidad es que muchos de los problemas pueden prevenirse si se tienen conocimientos sobre ello. Dentro de este punto hay un apartado muy importante, la educación sexual, dirigida sobre todo a las mujeres. Tenemos que enseñarles a tener el control sobre su cuerpo, es decir, a ser capaces de decidir el número de hijos que quieren tener o simplemente a aprender a decir no.
Para ello, en las escuelas se les tiene que enseñar los métodos anticonceptivos y su importancia. Incluso enseñarles que hay métodos sólo para mujeres y que pueden usarlos sin que sus maridos intervengan, pues está claro que los hombres no van a privarse de sus mujeres. También hay que enseñarles lo que es el VIH, pues está causando estragos entre nuestra población, y que la única manera de prevenirlo es mediante el uso del preservativo. Sin embargo, este punto es mucho más complicado, pues son los hombres los que tienen que usarlo y no lo harán a menos que se les informe sobre lo que les puede pasar si contraen esa enfermedad, o si se la pasan a sus mujeres y a sus hijos.
Por último, algo vital dentro de la educación sexual es el tema de la ablación. En cada zona se hace de una manera y se le da una explicación diferente. Como por ejemplo garantizar la castidad de las mujeres, hacerlas deseables para sus maridos, preservar la tradición, etc. Ninguna de estas explicaciones es cierta ni justifica esta brutalidad que cada vez se cobra más vidas. Por ello, a parte de informarles acerca de ello, en caso de que no sea posible erradicarlo, es necesario garantizar que se haga en las mejores condiciones sanitarias posibles para prevenir algunas de las secuelas.
Bueno, estas son todas las medidas que creo que pueden ayudarnos a lograr nuestro desarrollo, pero ya sabeís que un puñado de ideas escritas en un papel no sirven de nada si no las intentamos llevar a cabo con ganas y esfuerzo.
Fátima Sáhara.